El huevo en la alimentación de los niños, ¿cuántos deben comer?

La alimentación de los niños españoles es mejorable, según indican los especialistas en nutrición infantil, quienes recomiendan que, en general, aumentemos el consumo de verduras y hortalizas, cereales y legumbres, huevos y pescados; para algunos niños también es importante mejorar el consumo de frutas y lácteos.

Todos los organismos nacionales e internacionales, sociedades de nutrición y científicos coinciden en recomendar el consumo diario de 2-3 raciones de alimentos proteicos (carne, pescado y huevos), sin que exista ninguna razón para que el consumo de uno de estos grupos de alimentos supere al resto. Teniendo en cuenta los hábitos alimentarios infantiles actuales, en la mayor parte de los niños resulta deseable aumentar el consumo de pescado y huevo.

   

Aquí puedes ver la Pirámide NAOS con más detalle.

La dieta aconsejable de cada niño dependerá de su gasto energético y de la posibilidad de incluir los alimentos de los diferentes grupos en las proporciones adecuadas.

En los niños más pequeños y sedentarios puede ser conveniente tomar 2-3 huevos por semana, mientras que para los más grandes y activos puede ser adecuado comer 1 huevo al día.

A partir de los 9 años se puede considerar que la ración pasa a ser de 2 huevos/día, dependiendo del gasto energético del niño y del total de su dieta.

Los huevos son una opción nutritiva y apetecible para cualquiera de las comidas diarias. Se puede incluir en el desayuno (como es costumbre en otros países, para ayudar a mejorar la calidad nutricional de esta comida, casi siempre insuficiente), y también es un alimento adecuado para comidas o cenas. Incluso a media tarde un bocata de huevo puede ser apetecible para cualquier niño, y combinado con otros ingredientes, como lechuga, tomate… puede ser una merienda de alto valor nutricional, rica y que desplaza a otras elecciones, mucho más frecuentes y menos saludables.

Además el huevo es un alimento sencillo de preparar, bien aceptado, barato, y fácil de masticar y digerir.

¿El huevo afecta a la salud cardiovascular del niño?: Ya hemos comentado que:

Los numerosos estudios científicos que se han venido realizando en los últimos 20 años demuestran que no existe una relación causa-efecto entre el colesterol ingerido por consumo de huevos y el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Los niños deben habituarse a comer alimentos de todo tipo y, aunque en general pueden tomar 1 o más huevos diarios, es recomendable que tomen también otros productos también necesarios y casi siempre peor aceptados por los ellos como verduras, hortalizas, legumbres, o pescado.

Además: Juega con la Pirámide NAOS y comprueba lo que sabes aquí.

También puedes consultar este post en el que explicamos “Cómo introducir el huevo en la dieta del bebé”.

Trucos para batir bien el huevo

Parece una cosa sencilla y lógica, pero… ¿Cuáles son tus trucos?

  • Escoge el recipiente donde los vas a batir: puede ser una taza, un bol o un plato hondo. Depende del plato que vayas a preparar, de la cantidad de huevos que utilices o de si después le añadirás al huevo otro alimento (unas patatas para la tortilla, por ejemplo).
  • También hay gustos para elegir con qué los batirás: con un tenedor, o con una batidora de varillas manual o eléctrica.
  • ¿Hasta qué punto bates lo huevos? Por ejemplo, si vas a hacer una tortilla francesa puedes batirlos hasta que salga espumita. O si vas a usar el huevo para pintar unas empanadillas, no los batirás tanto para que no coja aire.
  • Si vas a cocinar una tortilla o hacer un bizcocho, tampoco es lo mismo batir el huevo entero o hacerlo con clara y yema por separado. Para que quede más esponjoso, puedes batir las claras incluso hasta punto de nieve y luego añadirle las yemas.
  • Otro consejo es echar la sal u otras especias o alimentos cuando el huevo está ya batido, y después mezclar bien.

Como veis, el huevo es infinito!

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Visita a DAGU de la Consejera de Agricultura

En el día de ayer tuvimos la visita de la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, a la instalaciones de DAGU en Cabanillas del Campo (Guadalajara).

Soriano destacó que la región es la principal productora nacional en avicultura de puesta, cuenta con 12 millones de gallinas ponedoras, cuyos huevos y ovoproductos “están presentes en las grandes cadenas comerciales españolas y europeas, e incluso están llegando de forma más sólida a otros mercados internacionales”.

También aseguró que el Gobierno regional apoya al sector “realizando importantes esfuerzos, tanto en seguridad alimentaria como el bienestar animal”.

Juan Gigante, Director General de DAGU, apuntó que “damos valor añadido a la producción de cereales de Guadalajara, para la producción de nuestros piensos”; además de que “lo transformamos en huevos que luego aparece en las líneas comerciales de los principales supermercados, o en otras empresas agroalimentarias”.

Si deseas leer más, puedes visitar las siguientes noticias:

Dagu, ejemplo de calidad y expansión, líder en el sector del huevo http://t.co/qWA4bSNxwt

— Guadaque (@guadaque)
febrero 18, 2014

Soriano visita Dagu, empresa líder del sector avícola http://t.co/U9AmrRxkk6

— Nueva Alcarria (@NuevaAlcarria)
febrero 18, 2014

La consejera de Agricultura visita Dagu y dice que pronto habrá acuerdo en Geacam. – http://t.co/h9paM2aW2m

— GuadalajaraDiario (@GuDiario)
febrero 19, 2014

DAGU muestra de lo que es capaz de hacer en Cabanillas ante la consejera de Agricultura http://t.co/dlRWYccr63

— lacronica.net (@lacronica_gu)
febrero 18, 2014

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Salsas con huevo: All i oli

El alioli o “all i oli”, del catalán “ajo y aceite”, es una salsa que, como su nombre indica, se elabora inicialmente con ajo y aceite.

Pero, también se le puede poner huevo. El huevo se pone en esta salsa de ajo para ayudarnos a que se ligue mejor y lo hagamos más fácil y rápido. Hay que tener en cuenta que la textura y el sabor serán diferentes si lo hacemos sólo con ajo y aceite, o si le introducimos huevo.

Es una salsa que se suele utilizar de acompañamiento de pescados o mariscos, para el arroz a banda, arroz negro o el caldero, para la fideuà, para la carne a la brasa, para el bacalao, para las patatas o simplemente servido en una tostada de pan.

Vamos, te explicamos cómo hacerlo:

Receta de alioli o all-i-oli

Ingredientes:

  • 1 ó 2 dientes de ajo pelados*
  • 2 vasos de aceite de girasol o de oliva**
  • una pizca de sal
  • un huevo*** o una yema a temperatura ambiente
  • unas gotas de vinagre o zumo de limón (opcional)

Elaboración de 2 maneras

Con el mortero: Poner los ajos picados, la sal y empezar a machacar hasta que se forme una pasta. Añadir la yema de huevo y el vinagre. Ir echando un hilo de aceite poco a poco de forma constante mientras no se para de remover.

El mejor truco es no querer ir demasiado rápido y echar el aceite muy despacito y no de golpe, así no se te desligará.

Con la batidora: En el vaso para batir introducimos los ajos picados, la sal, el aceite, el huevo y el vinagre. llevamos la batidora al fondo y, sin moverla de ahí, comenzamos a mezclar. Cuando veamos que empieza a emulsionar, podemos ir subiendo poco a poco la batidora para que se mezcle bien todo.

En las 2 maneras, paramos cuando consigamos la textura deseada y probamos el sabor por si necesitamos más sal.

*Se aconseja quitarle el germen (el tallo interior) para que no repita.

**Si el aceite es de oliva, puede que te resulte un poco más difícil ligarlo.

***Si se te corta, puede que necesites añadirle otro huevo y rectificar los otros ingredientes.

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Imagen vía Tamorlan.

Salsas con huevo: Mayonesa casera

A continuación os explicamos la receta de cómo hacer mayonesa o mahonesa en tu casa. Sigue estas sencillas instrucciones para que no se te corte:

  • En un recipiente alto y estrecho (para usar la minipimer) añade un huevo recién sacado de la nevera a unos 200/250 gramos de aceite de oliva suave, con sal, pimienta blanca molida, unas gotas de zumo de limón y una puntita de mostaza amarilla suave de Dijon.
  • Introduce la batidora hasta el fondo del recipiente y, sin moverla de ahí, bate a potencia máxima y se irá emulsionando. Continua batiendo hasta que tenga consistencia de mayonesa.
  • Ahora ya puedes mover la batidora por todo el recipiente para unificar la salsa.

NOTAS:

  • No es cierto que la mayonesa se corta si el huevo no está a la misma temperatura que el aceite. Se corta si vamos echando el aceite demasiado rápido y no le da tiempo al huevo a emulsionar.
  • No levantes la batidora del fondo del recipiente hasta que se haya formado la mayonesa, si no, se te cortará.
  • Puedes utilizar el aceite de oliva que más te guste de sabor: más fuerte, más suave o refinado.
  • La pimienta blanca molida se utiliza para potenciar el sabor final, no debe picar.
  • La puntita de mostaza es para darle un aroma y sabor especial, al estilo francés.
  • Si la mayonesa se corta no añadas otro huevo. Simplemente, saca lo que se haya cortado y échalo en una jarra con una cucharada de agua caliente. Después viértelo poco a poco en el recipiente de la mayonesa mientras bates sin parar. Si la mayonesa te queda algo clara por el agua, añade aceite hasta que espese.

Fuente: Instituto de Estudios del Huevo

Trucos para montar claras o hacer merengue

El otro día hablábamos sobre cómo aprovechar mejor las claras y las yemas. Uno de los recursos más utilizados es hacer merengue o montar las claras para diferentes platos.

Si alguna vez os habéis preguntado por qué no me suben las claras o no me queda bien la textura… Atiende a estas sencillas recomendaciones para que nos quede perfecto:

  • Fíjate en que en las claras no quede ningún resto de yema.
  • Si las claras de huevo son muy frescas, se montarán peor. Para ayudarte, puedes añadir 1g de sal y 3 gotas de zumo de limón por cada medio litro de clara. Utilízalo para suflés, bizcochos, etc.
  • Utiliza un recipiente limpio de metal o cristal (no de plástico) que no tenga ningún residuo de grasa o que hayas utilizado con aceite.
  • Monta las claras con varillas de “bombilla”.
  • Para el batido con frecuencia y levanta las claras desde el fondo del bol para asegurarte de que queda batido uniformemente.
  • Añade el azúcar cuando la emulsión tenga una textura espumosa.
  • Si es para merengue, añade el azúcar poco a poco una vez que hayan subido bastante.
  • Bate hasta que se haya disuelto todo el azúcar, que las superficies del merengue no se plieguen y que, al inclinar el recipiente, no se caiga o se deslice.
  • Para pasteles de merengue con grandes cantidades de clara, reducir la temperatura de horneado e incrementar el tiempo para que el centro del merengue quede a unos 75ºC.

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Fuente del texto: El gran libro del Huevo, Instituto de Estudios del Huevo, ed. Everest, 2009.

Pequeños gestos para cuidar el planeta

Cada año se conmemora el Día de Internacional la Madre Tierra (22 de abril) promovido por Naciones Unidas.

«El Día Internacional de la Madre Tierra nos brinda la oportunidad de reafirmar nuestra responsabilidad colectiva de promover la armonía con la naturaleza en un momento en el que nuestro planeta se encuentra amenazado por el cambio climático, la explotación insostenible de los recursos naturales y otros problemas creados por el hombre. Cuando creamos amenazas para nuestro planeta, no sólo ponemos en peligro el único hogar que tenemos sino incluso nuestra futura supervivencia. Celebremos este Día Internacional renovando nuestra promesa de honrar y respetar a la Madre Tierra.»
– Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon.

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“Todos los años un tercio de los alimentos producidos en el mundo para consumo humano se pierden o desperdician.”

“El desperdicio per cápita entre los consumidores en nuestro país es de 95-115 Kilos anuales.”

Desde DAGU hemos pensado recomendarte pequeños gestos que puedes hacer tú desde casa para colaborar con la sostenibilidad del medio ambiente y de los recursos alimentarios del planeta:

  • Planifica tus comidas y prepara una lista de la compra con lo que realmente vas a consumir en los próximos días.
  • Aprovecha todo lo que hay en la nevera y también las sobras. Da rienda suelta a tu creatividad e invéntate recetas a partir de “lo que hay”. Para esto el huevo puede ser un gran aliado 😉
  • Acostúmbrate a congelar los alimentos frescos y las sobras que no vayas a comer enseguida, así evitarás que se estropeen y las tendrás a punto para cuando las necesites.
  • No deseches piezas de fruta u hortalizas sólo porque parezcan “feas”. Si sólo consumimos las piezas “bonitas” provocamos la destrucción de grandes cantidades de alimentos utilizables que tras consumir agua y espacio de cultivo acaba siendo desechada.
  • Aprende a comprender bien el etiquetado de los productos. A menudo la fecha de consumo preferente es distinta de la fecha de caducidad. Evita tirar comida que todavía se puede consumir o congelar.
  • Congela y prepara la comida en raciones que realmente vas a consumir.
  • Utiliza el sistema FIFO para organizar tu cocina como las grandes empresas organizan sus almacenes: “First In, First Out”. Es decir, consume primero lo que compraste antes (o lo que va a caducar primero).
  • Finalmente, cierra el ciclo de los alimentos aprovechando los restos como abono si tienes jardín, o separándolos en el contenedor público de material orgánico donde se podrán convertir en compost.

“El desperdicio per cápita entre los consumidores en nuestro país es de 95-115 Kilos anuales.“

DAGU está suscrita al Plan de colaboración para la reducción del desperdicio alimentario de la industria española.

 

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Recuerda: REDUCIR. REUTILIZAR. RECICLAR.

Cómo aprovechar los huevos para no tirar comida

El pasado 22 de abril se celebró el Día de Internacional la Madre Tierra promovido por Naciones Unidas, en el que nos lanzaban el mensaje de hacer lo posible para frenar el cambio climático.

Algo que podemos hacer es evitar desperdiciar la comida y aprovecharla mejor como medida para ahorrar recursos para las personas y para el planeta.

Desde DAGU hemos pensado recomendarte pequeños gestos que puedes hacer tú desde casa para colaborar con el medio ambiente.

En el caso concreto de los huevos, ten en cuenta estas posibilidades de aprovechamiento:

  • Una vez en casa, te recomendamos que los guardes en el frigorífico para que duren más días frescos. Por ejemplo, los huevos DAGU son transportados en camiones refrigerados y en 24 horas llegan a los puntos de venta.
  • Es mejor que comas huevos lo más frescos posible. Tienen una fecha de consumo preferente de 28 días desde la puesta. De todas maneras, si quieres comprobar su frescura, en este post de explicamos cómo saber si un huevo es fresco.
  • Otra opción es congelar los huevos, claras o yemas. Aquí te contamos cómo hacerlo.
  • Para que te duren unos días más, también puedes cocer los huevos y después guardarlos en la nevera.

Hay veces que, dependiendo de la receta, tenemos que usar por separado las yemas y/o las claras, y luego nos sobran.

Algunas ideas y sugerencias para aprovechar las claras y las yemas:

  • ¿Qué puedo hacer con las claras?

Merengue, leche merengada, algunas galletas y para decorarlas con glasa, algunos bizcochos, bundt, pasteles y tartas, magdalenas, el frosting/icing de cupcakes, butterswiss y buttercream, macarons, muselina, tortillas de claras, revueltos variados, sorbetes, tejas de almendra, soufflé, claras al vapor, all i oli con claras, clarificar caldos o consomés, …

  • ¿Qué puedo hacer con las yemas?

Crema pastelera, crema catalana, tocino de cielo, yemas, algunas galletas, tartas, natillas, revuelto o tortilla, espesar salsas o cremas, flan, rellenos y salsas para platos o ensaladas (mayonesa, César, Mornay, salsa de almendras, carbonara), helado, leche frita, turrón de yema, empanadillas, croquetas, hojaldre, solomillo Wellington, ponche de huevo, licor de huevo, all i oli con yemas, dulce de yemas, palmeritas de yema, …

 

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¿Se pueden congelar huevos?

La respuesta es sí y no. Todo depende de la “forma” en la que estén esos huevos. Lo explicamos:

  • Huevo entero crudo (en cáscara): NO. Cuando un alimento se congela, se expande, y eso haría que se rompiera la cáscara.
  • Huevo entero crudo (sin cáscara): , pero sólo si está batido.
  • Huevo duro / cocido: . Aunque no es muy recomendable porque el huevo pierde calidad, textura y gusto.
  • Yemas: NO porque pueden reventar al congelarse y pierden su textura y propiedades funcionales (se espesan con zonas que se congelan irreversiblemente). si las congelas batidas con una pizca de sal o una cucharadita y media de azúcar por cada 4 yemas, si ya sabes si las utilizarás para una receta salada o dulce.
  • Claras: . Las puedes congelar batidas ligeramente (pierden un poco de funcionalidad).
  • Yemas cocidas: . Coloca con cuidado las yemas en una sola capa en una cazuela y agrega agua hasta cubrirlas. Tapar y llevar rápidamente a ebullición. Retira del fuego y deja reposar las yemas, tapadas, en el agua caliente unos 12 minutos. Retira las yemas con una espumadera, escurre bien y congela.

Asegúrate de que el recipiente es hermético. También es muy útil que apuntes en el envase la fecha de congelación y la cantidad de huevo. Pueden durar hasta un año.

Y recuerda, nunca se debe volver a congelar un alimento que ya ha sido descongelado. Para descongelar es mejor hacerlo en la nevera la noche anterior, nunca a temperatura ambiente. Una vez descongelados, utilízalos inmediatamente.

En la imagen puedes ver un huevo duro congelado.

             

Clasificación del huevo según su tamaño

¿Cuál es la “talla” del huevo dependiendo del peso?

  • Supergrandes o XL: de 73 gramos o más
  • Grandes o  L: entre 63 y 73 gramos
  • Medianos o M: entre 53 y 63 gramos
  • Pequeños o S: menos de 53 gramos

Un huevo pesa de media unos 60 gramos. Aproximadamente, el reparto entre las diferentes partes del huevo es así: 60% clara, 30% yema, y un 10% la cáscara y membranas.                        

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