Tortilla de patatas para 850 personas

Hoy celebramos el #DíadelaTortilla y ya estamos viendo muchas que son deliciosas… Es una iniciativa de @OleTusFogones y en este post de su blog podéis ver quiénes participan y sus propuestas.

La nuestra la hicimos el pasado jueves 26 para celebrar las fiestas de nuestro pueblo: Cabanillas del Campo. Y ya llevamos con ésta 9 años haciéndolo.

La receta es la típica y sencilla de la tortilla de patatas pero lo especial es el tamaño… para 850 personas!!

Así que ahí vamos con nuestra aportación:

Tortilla de patatas gigante

Ingredientes y elaboración (para 800-850 personas)

  • 10 garrafas de 5 kg de huevo líquido pasteurizado (equivale a unos 1000 huevos)
  • 100 kg de patatas
  • 25 litros de aceite de oliva virgen extra
  • 1 kg de sal

Cada tortilla se hace en una sartén de 1.5 metros de diámetro y 10cm de altura. Utilizamos huevo líquido pasteurizado porque así es más rápido y seguro, porque si tuviéramos que cascar y batir 3000 huevos… Lo mismo sucede con las patatas, que para ir más ligeros las pelamos y cortamos con la ayuda de una máquina.

El tiempo total de preparación es de 1 hora. Se necesitan 10 minutos por cada lado para cuajarla bien.

La receta de la tortilla de patatas clásica ya es de sobra conocida, así que mejor explicamos cómo se hizo con estas imágenes:

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Hicimos 3 tortillas de patatas gigantes con las que pudimos repartir unas 2500 raciones.

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Y aquí tenemos a todo el equipo que hizo posible esta degustación y a nuestros paisanos de Cabanillas con sus platos.

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Tostas de huevo de codorniz frito y sobrasada ibérica

El huevo de gallina se lleva todo el protagonismo, no puede ser… Tenemos también unos más pequeñitos pero muy agradecidos: los huevos de codorniz.

A pesar de su tamaño mini nos ofrecen multitud de posibilidades de platos, al igual que los más grandes.

¿Qué os parece si empezamos con un aperitivo?

Tostas de huevo de codorniz frito y sobrasada ibérica

El nombre ya lo dice todo, pero bueno, explicaremos un poco cómo se hace esta receta que, a pesar de ser sencilla, es muy resultona.

Ingredientes y elaboración (para 4 personas)

  • 8 tostas de pan (pueden ser integrales)
  • Sobrasada ibérica
  • 8 huevos de codorniz
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Huevas de lumpo (o de lo que prefieras)

Untamos las tostas con sobrasada ibérica, con la cantidad que queramos aunque no hace falta una capa muy gruesa. Freímos los huevos de codorniz en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Colocamos los huevos fritos en las tostas y posamos en la yema unas huevas de lumpo.

Truco: No hace falta salar los huevos al freírlos porque la sobrasada y, sobre todo, las huevas de pescado ya le dan un saborcito salado.

Y ya está, más sencillo no puede ser.

La ruta del huevo

Te contamos cómo trasladamos nuestros huevos frescos desde las granjas hasta las tiendas donde tú puedes comprarlos.

Nuestras gallinas ponen 2 millones de huevos al día que recogemos con sumo cuidado. Los llevamos a nuestra central envasadora donde comprobamos que estén en perfectas condiciones para la venta, los agrupamos por categorías y los envasamos. Por ejemplo, una curiosidad, con los huevos que por tamaño no son aptos para la comercialización en cáscara, nos sirven para elaboraciones de huevo líquido que también vendemos a industrias y profesionales. 

El paso siguiente es el transporte en camiones refrigerados desde Cabanillas del Campo (Guadalajara) hasta nuestras delegaciones en Barcelona, Castellón, Zaragoza, Álava, Asturias, Pontevedra y Sevilla. Así se mantienen a una temperatura constante y adecuada.

Cuando los huevos llegan a destino pasan a cámaras especiales donde esperan turno para que camiones más pequeños de reparto los distribuyan por los supermercados, hipers y tiendas que venden huevos DAGU.

Los huevos que encontramos en las tiendas están en lineales sin refrigerar porque es conveniente mantener los huevos a temperatura constante a lo largo de la cadena de producción y de transporte. En este proceso, y durante su almacenamiento hasta la venta final, los huevos no deben sufrir picos de temperatura y humedad y es recomendable que estén entre 18 y 22ºC. Las temperaturas muy altas favorecerían la proliferación bacteriana y demasiado frío tiene peligro de condensación (y el exceso de humedad propicia el desarrollo de hongos).

Una vez en casa debemos conservar los huevos siempre en el frigorífico y no hay que sacarlos de la nevera hasta el momento de utilizarlos. Así, sabremos que siempre estarán a la misma temperatura y mantendrán óptimas sus propiedades más tiempo.

Contando con todo este proceso, los huevos tienen una fecha de consumo preferente de 28 días, que es la que indica el etiquetado.

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Cómo manipular huevos en la cocina

En el post anterior os hablábamos de qué es la salmonella y de las medidas preventivas que se siguen en las granjas.

Hoy os exponemos unos puntos sencillos pero muy útiles para la manipulación correcta y limpia de los huevos en casa. Son éstos: 

  • Comprar huevos que estén etiquetados y con el código de trazabilidad en la cáscara.
  • Utilizar sólo los huevos que estén limpios y con la cáscara intacta.
  • Consumir los huevos dentro de la fecha de consumo preferente indicada en el envase.
  • El huevo no debe sufrir cambios bruscos de temperatura. No congelarlos.
  • Guardarlos en la nevera después de su compra y mantenerlos allí hasta su consumo.
  • Lavarse las manos antes y después de manipular huevos.
  • Lavar los huevos sólo si se van a consumir de inmediato porque la cáscara del huevo tiene una fina película protectora y al lavarlo pueden introducirse por los poros gérmenes diluidos en el agua.
  • Mantener limpios los utensilios y superficies que van a esta en contacto con el huevo.
  • Evitar el uso  de utensilios de madera o porosos o resquebrajados que sean difíciles de limpiar.
  • No cascar el huevo en el recipiente donde se va a batir.
  • Evitar que el huevo toque la cáscara (no se parar la yema y la clara con la cáscara).
  • No utilizar el mismo recipiente donde se han batido los huevos para servirlo, por ejemplo una tortilla.
  • Evitar el contacto de huevo crudo con alimentos ya cocinados.
  • Las posibles bacterias que pudieran aparecer se eliminan con el calentamiento. Cocinar los alimentos a temperatura suficiente, sobre todo en verano.
  • Mantener refrigerados los platos cocinados con huevo (mayonesa, natillas, tortilla de patatas, etc) y tenerlos a temperatura ambiente el menor tiempo posible.

En verano, huevos sin salmonella

Cuando llega el calor y el verano surgen a menudo las mismas inquietudes. Una de las más habituales es la salmonelosis y, en concreto, el papel del huevo en esta toxiinfección.

Al contrario de lo que se pueda pensar, de las 22 grandes epidemias de salmonelosis de origen alimentario en humanos que ha habido en los últimos 25 años, solamente en 2 de los casos se estimó que el origen del contagio era el huevo. Los otros casos tuvieron como origen más frecuente de la infección alimentos como: carne picada, embutidos, leche natural y sus derivados.

Las salmonelas que afectan a los humanos (principalmente Salmonella Enteritidis y Salmonella Typhimurium) no suelen causar síntomas en las aves, aunque pueden ser portadoras de la bacteria y transmitirla al huevo.

Por ello, desde el año 2005, en las granjas de gallinas ponedoras se aplican unos programas de vigilancia, prevención y control de contaminación por Salmonella.

En ellos se incluyen protocolos de buenas prácticas de higiene en las granjas (cuidado de las aves, bioseguridad de las instalaciones, medidas para los trabajadores, así como para el manejo del pienso y del agua), se hacen controles periódicos para detectar alguna incidencia y corregirla, se vacuna a las gallinas contra la Salmonella y se controla su estado sanitario.

En DAGU se siguen estas buenas prácticas e incluso fabricamos nuestro propio pienso para tener el control de todo el proceso.

Un huevo limpio puesto por una gallina sana no debe albergar salmonelas en su interior.

Citando a Bernard Sauveur del INRA (Instituto Nacional de Investigación Agronómica) de Francia “Un huevo fresco es aquel que no presenta ningún riesgo de provocar una toxiinfección cualquiera que sea el tipo de preparación culinaria a que se le someta”.

El próximo día hablaremos de cómo manipular y conservar en casa de forma segura los huevos y otros alimentos y de las precauciones que debemos tomar.

Una cáscara perfecta para un huevo fresco

Una cáscara sin imperfecciones es la garantía de que el huevo conserva todas sus propiedades naturales hasta el momento del consumo.

Te contamos cómo hacemos para que nuestros huevos salgan desde Guadalajara en perfecto estado y lleguen hasta las tiendas frescos y limpios.

Muchas cosas han cambiado para bien desde que empezamos en 1979. Hoy en día DAGU es un granjero moderno que, además de cuidar de dos millones de gallinas, controla la calidad de los huevos, revisándolos uno por uno (y no es broma).

Para ello cuenta con aliados excepcionales y te queremos presentar a uno de ellos, que nos ayuda en el proceso de selección. Su nombre lo dice todo: crack detector.

Como habrás podido intuir, con esta tecnología comprobamos que cada uno de los huevos tenga la cáscara íntegra y limpia, sin fisuras ni suciedad como plumas o gallinaza. Mediante un sistema acústico escanea toda la superficie del cascarón y separa los que tengan algún defecto.

Los huevos que son finalmente envasados pasan, además, otros controles de calidad y seguridad alimentaria. En menos de 24 horas están disponibles para la venta en centros de distribución alimentaria de toda España peninsular.

¿Cómo cocer un huevo?

Un Gran chef cualquiera entra a su cocina, se pone el delantal y piensa en hacer huevos cocidos. Pero… ¿cómo los hará?

Depende del tiempo de cocción. Así, puede escoger entre: huevos pasados por agua, huevos duros o cocidos y huevos mollet. Lo explicamos.

HUEVOS PASADOS POR AGUA

Ponemos los huevos en un cazo y los cubrimos con agua. Llevamos a ebullición a fuego no muy rápido para que el agua se caliente poco a poco. Después, bajamos a fuego muy suave durante 3 minutos.

Para que sea más cómodo, servimos cada huevo en una huevera especial (tipo copa) y los abrimos con cuidado con una cucharilla. Se pueden comer con sal o sin sal, según gustos.

HUEVOS COCIDOS

Podemos prepararlos partiendo de:

Agua fría: Recién sacados de la nevera, los ponemos en un cazo con agua cubriendo hasta la mitad. Podemos añadir sal al agua para que la cáscara no se rompa. Tapar y calentar hasta ebullición. Después, bajar el fuego; y esperar 4 minutos para huevos grandes clase L.

Si le has echado sal al agua y aún así se rompe un poco la cáscara, añadir de inmediato unas gotas de vinagre o limón para que la clara que se ha salido se coagule y no salga más.

Agua hirviendo: Pinchamos el extremo redondeado del huevo con una aguja y los vamos introduciendo con una cuchara y con cuidado en el agua hirviendo. Bajamos el fuego, esperamos a que el agua vuelva a hervir, lo tapamos y contamos 11 minutos.

Si te gusta que la yema quede en el centro, cuece huevos muy frescos.

Cuando los huevos se cuecen demasiado, puede aparecer un halo grisáceo alrededor de la yema. Esto sucede porque se libera sulfuro de hidrógeno que, en contacto con el hierro de la yema, se convierte en sulfuro de hierro que es de color gris verdoso. No te asustes, aunque tengan peor aspecto, siguen siendo comestibles.

Para poder pelar de manera más fácil los huevos ya cocidos, pásalos por agua fría inmediatamente después.

Para que te aguanten unos cuantos días, guárdalos en la nevera.

– También los podemos cocer en el microondas, si los vamos a utilizar para picarlos, así: Cascamos el huevo en un plato y pinchamos la yema sin llegar a romperla. Tapamos y lo metemos en el microondas 40 segundos a una potencia de 300w. Dejamos reposar 2 minutos y volvemos a programar otros 40 segundos a la misma potencia. Volvemos a esperar otros 2 minutos y miramos si ya está a nuestro gusto.

Si queremos cuajarlo un poco más, ponerlo en el microondas otros 30 ó 40 segundos a la misma potencia. No te pases de cocción o te puede quedar un “huevo-cartón”, y espera siempre los 2 minutos de reposo para que la yema no explote.

HUEVOS MOLLET

El procedimiento es similar al del huevo cocido, salvo que deben estar 5 minutos en agua hirviendo. También podemos añadirle la sal al agua para que no se rompa y pasarlo después por agua fría, aunque nos costará más pelarlo que con un huevo cocido. El huevo mollet nos quedará con una clara firme pero con la yema blandita.

Todos apetecen por igual, pero ¿cuál os gusta más hacer?

Huevo y colesterol, amor posible.

Hace unos días comentábamos en este post el enfado del huevo por “ciertas cosas que dicen de él que no son verdad”. Hoy le vamos a ayudar a aclarar la primera de todas las dudas: el colesterol.

Existe la creencia de que hay que disminuir el número de huevos que se consumen a la semana porque aumentan los niveles de colesterol. Nada más lejos de la realidad.

Los numerosos estudios científicos que se han venido realizando en los últimos 20 años demuestran que no existe una relación causa-efecto entre el colesterol ingerido por consumo de huevos y el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Veamos. En nuestra dieta (lo que comemos diariamente), los principales responsables del aumento de los niveles de colesterol en sangre (sobre todo del “malo” o LDL) son las grasas saturadas y las grasas parcialmente hidrogenadas o trans.

Y tú te preguntas “cómo puede ser si el huevo tiene colesterol…”. Sí, es cierto.  Un huevo de tamaño “M” contiene unos 200mg de colesterol, pero… Ahí viene su particularidad.

La mayoría de los alimentos ricos en colesterol también suelen ser ricos en grasas saturadas, pero en el huevo no es así. Un huevo tiene más grasas insaturadas que saturadas y un total de 70 calorías si es de tamaño medio (M). Además, debido a su contenido en fosfolípidos, que interfieren en la absorción del colesterol, un huevo tiene muy poco efecto sobre los niveles de éste en sangre.

Es decir, que cuando te haces un análisis de sangre y ves que te han aumentado los niveles de colesterol, no ha sido por comer huevos y no tienes que renunciar a comerlos.

Gracias a los estudios epidemiológicos recientes, realizados en grandes grupos de población, se ha definido la recomendación de que las personas sanas pueden comer un huevo al día y las que padezcan hipercolesterolemia u otra dislipemia pueden consumir dos o tres a la semana, ya que han demostrado que no existe relación entre su consumo y la aparición y desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

-Y si tengo niveles altos de colesterol, ¿qué hago? Pues las recomendaciones generales serían: mantener un peso adecuado, seguir una dieta variada y equilibrada (disminuyendo el consumo de alimentos con grasas saturadas y grasas trans), hacer ejercicio con regularidad y no fumar. En estos casos también hay que tener en cuenta los factores genéticos y, por supuesto, seguir las pautas y recomendaciones de nuestro médico.

                                 

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Estas informaciones se basan en las recomendaciones del Consejo Asesor del Instituto de Estudios del Huevo, la American Heart Association, y otros organismos de referencia nacionales e internacionales.

¿Qué es ser un Gran Chef?

Podría haber diferentes opiniones y puntos de vista… pero la respuesta es más sencilla de lo que parece. El Gran Chef está dentro de cada uno de nosotros y, a su vez, todos formamos un universo Gran Chef que nos acoge.
El que cocina por amor, el que ha hecho de ese amor su profesión, los que disfrutan en familia o entre amigos de los platos que cocinan, los que no se conocen pero se acompañan compartiendo todo lo que les gusta, los que saben apreciar las elaboraciones de los otros, los que se hacen algo rápido y fácil porque no tengo tiempo, hasta los que se sientan a la mesa con el paladar anhelando… Todos.

Para todos esos y más, os proponemos esta receta que queda muy mona y muy rica. ¿Alguien se atreve?


Empanada de bacalao y huevo con escalivada de verduras

Ingredientes y elaboración (para 4 personas)

Para hacer la escalivada
  • 100g de berenjena
  • 100g de pimiento rojo
  • 100g de pimiento verde
  • 100g de tomate
  • 100g de cebolla
  • 20ml de aceite de oliva virgen extra
  • 5g de sal

Cortamos en daditos la berenjena, los pimientos, el tomate y la cebolla. Lo echamos todo en una sartén para pocharlo con el aceite y la sal.

Para hacer la empanada

  • 200g de masa de hojaldre
  • 400g de bacalao
  • 6 huevos

Cocemos los huevos y, una vez pelados, los picamos en daditos también y lo mezclamos con la escalivada que ya teníamos preparada. También añadimos el bacalao cortado en dados pequeños.

Por otro lado, estiramos la mitad de la masa de hojaldre con la ayuda de un rodillo y vertemos la mezcla con la escalivada, el huevo y el bacalao en el centro, repartiéndolo todo de manera uniforme.

Estiramos el resto de la masa dejándola un poco más sobrante ésta de abajo para así poder pegar ambas capas y cerrar la base. Con la ayuda de un tenedor, unimos la parte de arriba con la de abajo haciendo presión en los bordes hasta que nos quede bien cerrado.

La pintamos con huevo y horneamos unos 20 minutos a 180ºC.

Empanada de bacalao y huevo con escalivada de verduras
Fuente: El gran libro del huevo, Instituto de Estudios del Huevo, ed. Everest, 2009

Cena ligera y mediterránea con huevo

Todos sabemos qué es un huevo. Es un alimento tan presente en nuestra alimentación y en nuestra vida, que un niño lo reconoce desde bien pequeño. Si nos preguntamos si conocemos a alguien que nunca haya comido un huevo… complicado. Nos acompaña desde hace unos 8000 años, según han fechado el inicio de la avicultura.
 
Sin embargo, un buen día, puedes encontrarte frente a frente con un huevo y -como te sucede con algunas personas- decirle “creo que no te conozco del todo”. Y él, ciertamente ofendido, querría aclarar ciertas opiniones que tienen de él y que no son verdad. Como éstas:
– El huevo NO es un factor de riesgo cardiovascular por su contenido en colesterol
– Se pueden comer de 3 a 4 raciones de huevos a la semana, y hasta 1 al día en personas sanas
– El huevo es un alimento con muchos nutrientes y moderado aporte calórico
– No es necesario dejar de comer huevos en verano por temor a la salmonelosis
 
Y más cosas y con más profundidad contaría, pero esas dudas las conoceremos otro día.
 
Cuántas veces nos viene la tentación de no cenar… porque estamos agotados, tenemos mal cuerpo, hemos comido demasiado al mediodía o porque pensamos “hoy no ceno, así no engordo”. Pues bien, cuando nos encontramos en esa situación… ¿Seguro que no te apetece una tortillita? Responde que SÍ! Recuerda lo bien que entra una tortilla francesa, casi sin esfuerzo, o cuando eres pequeño y estás malito y tu madre te prepara una… Es casi imposible rechazar esa cena, porque es sencilla, natural, fácil, rápida y saludable. 
 
Para días así, te sugerimos una cena ligera y mediterránea con: tortilla francesa, una ensalada verde y pan con tomate. Y ya está, qué bien, estómago feliz y a descansar.
 
huevos DAGU cena mediterránea