¿Cuál es la “talla” del huevo dependiendo del peso?
Supergrandes o XL: de 73 gramos o más
Grandes o L: entre 63 y 73 gramos
Medianos o M: entre 53 y 63 gramos
Pequeños o S: menos de 53 gramos
Un huevo pesa de media unos 60 gramos. Aproximadamente, el reparto entre las diferentes partes del huevo es así: 60% clara, 30% yema, y un 10% la cáscara y membranas.
Se acerca la Navidad, y uno de los dulces que también se comen por estas fechas son las yemas. Las podéis comprar pero, si os animáis a hacerlas vosotros mismos en casa, os pasamos aquí la receta.
Yemas (de Santa Teresa)
Ingredientes y elaboración
12 yemas de huevo
200g de azúcar
Azúcar glass (o azúcar pasada por el molinillo)
½ litro de agua
2 limones (sólo usaremos la piel)
Canela en rama
Primero de todo, reservamos el azúcar glass, la raspadura y piel de limón (al gusto), y las 12 yemas.
Ponemos al fuego el medio litro de agua con los 200g de azúcar, la corteza de limón y el palito de canela. Esperamos hasta conseguir un almíbar a punto de hebra* (justo antes de que esto suceda, retiramos la piel de limón y el palo de canela).
*Nota: Un almíbar está a punto de hebra cuando alcanza los105ºC pero, si no tenemos termómetro, lo podemos saber así: Coge con una cuchara un poco del almíbar y colócatelo entre los dedos pulgar e índice. Si al separar los dos dedos se forma un hilillo (hebra) que se rompe, ya está a punto. Ojo, ten cuidado de no quemarte.
En un bol aparte, ponemos las 12 yemas de huevo y lo mezclamos ligeramente con la raspadura de limón. Después, en este mismo bol, echamos poco a poco el almíbar que ya tenemos preparado y volvemos a mezclar a mano con la ayuda del batidor de varillas.
Ahora, ponemos toda la mezcla al fuego y vamos moviendo continuamente con el batidor de varillas hasta que espese.
Ya estamos casi en el final. Echamos el azúcar glass sobre la encimera y vertemos nuestra mezcla. Amasamos y vamos creando pequeñas bolitas.
Cuando las tengamos hechas, las pasamos otra vez por azúcar glass con el fin de que se les vaya quedando azúcar “pegada” por fuera.
Ana Mª López Sobaler, profesora de la Facultad de Farmacia dela Universidad Complutensede Madrid, nos informa sobre la importancia del huevo en la dieta de la mujer.
“La mujer necesita cuidar su alimentación a lo largo de toda su vida, sobre todo cuando está en su etapa fértil, planea tener un hijo, en el embarazo o durante el periodo de lactancia. En estos momentos es especialmente vulnerable desde un punto de vista nutricional, y un aporte insuficiente de algunos nutrientes puede afectar su salud y la de su descendiente. En este contexto, el huevo es un alimento de gran interés, no sólo por los nutrientes que incluye en cantidades elevadas, sino también por la calidad de los mismos.”
Las mujeres, por lo general, tienen unas menores necesidades nutricionales que los hombres de su misma edad y actividad física. Esto se debe a su menor tamaño y su diferente composición corporal, por lo que precisan menos energía. En cambio, sí deben incluir en su dieta las mismas cantidades de otros nutrientes como las vitaminas. Y para el calcio y el hierro, las mujeres necesitan incluso una ingesta mayor que los hombres.
Es muy importante que las mujeres escojan para su dieta alimentos con una elevada densidad nutricional, es decir, que tengan más nutrientes en menos calorías.
El momento en el que más energía se necesita es en la adolescencia, por el gran crecimiento en poco tiempo.
Las etapas en las que una mujer necesita un mayor aporte de nutrientes (vitaminas y minerales) son durante el crecimiento, en el embarazo, la lactancia y en la edad avanzada.
Por todo esto el huevo es un alimento de gran interés en la alimentación de la mujer a lo largo de toda su vida. Si consideramos la ración 2 huevos medianos, éstos proporcionan pocas calorías (unas 165 Kcal.) y gran cantidad de nutrientes de los que cubren un alto porcentaje de las necesidades diarias.
Hace unos días os contamos que nos encantaría que compartierais con nosotros vuestras recetas con huevo. Pues bien, aquí tenemos una de ellas. Vicenta de Tarragona nos envía la receta de la crema catalana tradicional y cómo la hace ella.
Crema catalana
Ingredientes y elaboración (para 4 personas)
½ litro de leche
3 yemas de huevo L
125g de azúcar
50g de almidón ó 25g de harina
Calentar la leche infusionando una ramita de canela y la piel de medio limón. Dejar enfriar.
En la leche fría, mezclar todos los ingredientes (con el turmix o a mano).
Ponerlo al fuego en una cazuela y remover continuadamente, para que no se pegue, hasta que espese.
Quitar del fuego cuando la mezcla se pega a la cuchara.
No hervir porque se cortaría.
Enseguida, distribuir en tarrinas individuales o en una fuente para que enfríe.
Cuando ya esté fría, podemos quemar azúcar. Mejor hacerlo en el momento de servirla. Ponemos una buena capa de azúcar por encima y quemar con la pala o con un soplete.
También nos comenta que si no tienes pala de quemar o soplete, puedes ponerlo un momento al grill en el horno o microondas, pero que esto no lo ha probado.
— Recuerda que si quieres compartir con nosotros tus recetas y que las publiquemos, sólo tienes que enviárnosla con una foto a recetasdagu@gmail.com. Anímate! —
Ninguna. Así es, aparte del color, no hay ninguna diferencia en cuanto a calidad o propiedades nutritivas del huevo.
Que la cáscara del huevo sea marrón o blanca, según la raza de la gallina, depende del depósito en su matriz cálcica de unos pigmentos llamados porfirinas. Los diferentes niveles de coloración (tonos de marrones) también se deben a las particularidades de cada gallina.
En la intensidad o el color de la cáscara del huevo no influye ni la alimentación ni el sistema de cría de las gallinas.
Resumiendo: una gallina blanca pone huevos blancos; una gallina morena, huevos morenos; y una gallina muy morena, huevos más oscuros. En la actualidad, la mayoría de las gallinas en España son morenas, por eso los huevos morenos son los más habituales.
La historia comienza cuando en 1.966 un hombre llamado John Van Hengel inauguró en Phoenix (Arizona – EE.UU.) un lugar en el que se recuperasen aquellos alimentos que, estando en perfectas condiciones de consumo, se desperdiciaban diariamente. Las causas que llevaban a este despilfarro eran múltiples: excedentes de producción o de cosechas, defectos de envasado, fechas cercanas a la caducidad, etc. Así, todos estos productos recolectados serían donados a las personas que más lo necesitasen. A este lugar se le llamó BANCO DE ALIMENTOS.
Poco a poco fueron implantándose los Bancos también por Europa. El primero que se creó fue el de París en 1.984.
– Y, ¿en Sevilla…? ¿Qué pasó en Sevilla? Pues que allí se creó en 1.995 el BANCO DE ALIMENTOS DE SEVILLA.
Desde entonces, un grupo de personas con muchas ganas e ilusión ayudan a que lleguen alimentos a las personas que más lo necesitan en toda la provincia de Sevilla. Conozcámosles un poco mejor.
En la actualidad, el Banco de Alimentos de Sevilla cuenta con aproximadamente 80 voluntarios entre sus instalaciones de Marqués de Contadero, MercaSevilla y Avenida de la Raza.
– ¿Qué es ser voluntario? Son personas de todas las edades que poseen un alto grado de implicación social. La mayoría de voluntarios son jubilados y prejubilados con una media de 65-67 años, aunque también hay gente joven que colabora de manera puntual. Entre sus funciones se encuentra el aprovisionamiento, almacenaje y reparto de los alimentos. Otros desempeñan tareas informáticas, contables, jurídicas, de comunicación o de relaciones públicas. Siempre de forma gratuita.
– ¡Yo quiero ser voluntario! Puedes serlo registrándote en su web www.bancodealimentosdesevilla.org en el apartado de “Cómo colaborar”.
Además, Una vez al año se realiza una macrooperación kilo, a la que denominan La Gran Recogida. Se va a realizar en toda Andalucía y en Cataluña, y en concreto en Sevilla necesitan la ayuda de 3000 voluntarios para los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, y cuentan con la participación 289 supermercados en toda la provincia. Tienes más información y cómo apuntarte aquí.
El Banco de Alimentos de Sevilla cuenta también con dos personas contratadas con carácter permanente que desempeñan labores imprescindibles para el correcto funcionamiento del Banco. En ciertas ocasiones, son necesarias más personas para la labor de carga y descarga de almacén. Para estos casos, ofrecen empleo a través de una empresa de trabajo temporal a aquellos colectivos que tienen más difícil su incorporación al mercado laboral, tales como personas con discapacidad y miembros ya rehabilitados de asociaciones como Proyecto Hombre. El número de contratos eventuales suele oscilar entre cuatro y seis. Con su labor, no sólo ayudan al Banco a llevar a cabo su misión, sino que además la organización cumple con su filosofía de Responsabilidad Social al realizar una función de reinserción sociolaboral.
– ¿A quién llega la ayuda? Ahora mismo el BAS abastece a unos 383 centros en toda la provincia de Sevilla, y se calcula que ayuda a unas 42.000 personas, 23.000 de las cuales son fijas.
Abre de lunes a viernes de 8:00 a 13:00. Entonces, los voluntarios de almacén reciben los alimentos, los clasifican y preparan los lotes que se repartirán a los centros beneficiarios. El reparto se planifica mensualmente y se hace entre los centros fijos, los cuales tienen unas necesidades constantes y se sirven de los alimentos del Banco para abastecer a sus usuarios. Por otro lado también reparten a los centros eventuales de manera puntual en función de sus necesidades.
– ¿Cómo puedo colaborar? El Banco de Alimentos de Sevilla está abierto a la participación de todos aquellos que quieran hacer crecer su labor a través de donativos económicos, cesión de excedentes alimenticios, experiencia profesional o la ilusión y el esfuerzo que puedan aportar con su voluntariado. Si quieres donar online desde 1€ hasta 50€, o bien introducir cualquier otra cantidad, puedes hacerlo desde aquí.
El Banco de Alimentos de Sevilla, y todos en general, están formados por un equipo humano cuya base es la dedicación y el entusiasmo, con una función definida y un sentido de la responsabilidad muy desarrollado.
De esta manera hemos querido contar de una manera amable la gran y necesaria labor que desarrollan los Bancos de Alimentos en España. Un pequeño homenaje a todas esas personas que, con el único interés de ayudar, dan lo mejor de cada uno a los demás.
La frescura del huevo es uno de los parámetros de calidad determinantes para su comercialización. Por ejemplo, existe un aparato llamado ovoscopio que es un sencillo equipo que permite mirar el huevo al trasluz y vislumbrar la altura de la cámara de aire o detectar algún defecto como las manchas rojizas.
Los huevos frescos pueden estar a la venta durante los 21 días posteriores a la fecha de puesta. En cambio, la referencia para el consumidor es la fecha de consumo preferente que indica el estuche, que es 28 días después de su puesta.
Durante su fase de clasificación, los huevos no son limpiados ni lavados, ni han sido conservados o refrigerados por debajo de los 5ºC.
Con el transcurso del tiempo, el huevo pierde frescura por dos razones:
Por la salida de parte del agua que contiene en forma de vapor a través de los poros de la cáscara y esto hace que aumente el tamaño de la cámara de aire y baje el peso del huevo.
Y por la eliminación de anhídrido carbónico que produce la pérdida de consistencia de la clara y chalazas, y hace que la yema se descentre.
También es muy importante un correcto almacenamiento y mantener unas condiciones adecuadas de temperatura y humedad. El huevo no debe sufrir cambios bruscos de temperatura (sobre todo de bajas a altas), nunca llegar a la congelación y no “sudar” porque favorecería la proliferación de microorganismos.
Pero cuando estamos en casa y tenemos huevos de hace varios días, ¿cómo podemos comprobar su frescura? Pues con estos 3 sencillos trucos:
Sumergiendo un huevo en un bol con agua y sal: Si se queda al fondo, es muy fresco pero si flota, ya no es tan fresco. Cuanto más alto flote, menos fresco es. Puedes ver un ejemplo de cómo se hace en este vídeo.
Cascando el huevo: Si la yema flota centrada sobre la clara, es muy fresco. En cambio, si la yema se va descentrando, menos fresco es.
Pelando un huevo duro o cocido: comprueba la distancia entre la clara yla cáscara. A menos tamaño de la cámara de aire, más fresco es (fíjate si el huevo tiene una especie de burbuja en su polo más grueso).
Como hemos comentado anteriormente, esto sucede por la eliminación por los poros de la cáscara de vapor de agua (el huevo aumenta su cámara de aire y flota) y de anhídrido carbónico (la clara pierde consistencia, se hace más líquida, se desparrama y la yema no queda centrada).
Si al hacer estas comprobaciones ves que un huevo no es “fresquísimo”, no te preocupes, todavía es apto para su consumo. Desecha aquéllos que floten mucho o que no tengan consistencia. De todas maneras, la mejor referencia es guiarse siempre por la fecha de consumo preferente.
En esta imagen que te ponemos a continuación, puedes ver de una manera muy visual y fácil los diferentes estados de frescura de un huevo:
Como ya os contamos, el pasado 12 de octubre se celebró el Día Mundial del Huevo. Entre los muchos actos que tuvieron lugar, en este caso el día 18, el Instituto de Estudios del Huevo e INPROVO entregaron el Primer Premio “Cocina con Huevos”.
El ganador fue el estudiante de cocina Eneko Larrazabal, de la Escuela de Hostelería de Leioa (Bizkaia) por su original receta “Y de postre, huevos fritos con patatas fritas y morcilla”, que además preparó para degustarla en el cóctel.
Sí, has leído bien… de postre. Mira este vídeo en el que muestra cómo lo hace:
Hoy se celebra en todo el mundo que el huevo es un alimento maravilloso! Podéis seguir lo que se dice o hace en diferentes países si en Twitter miráis el hashtag #DíaMundialdelHuevo.
Este año se ha creado la web thinkegg.com en diferentes idiomas para dar a conocer todas las actividades que se hacen alrededor de esta Semana Mundial del Huevo y de las particularidades y bondades de este alimento.
En España se pueden conocer las noticias y novedades acerca del huevo en las webs de estos organismos:
Os animamos a tod@s a colaborar en esta iniciativa de donar 9.000 huevos a 3 Bancos de Alimentos. Haz click en el enlace de justo aquí encima y ahí te contamos cómo hacerlo.
Que paséis un Feliz Día Mundial del Huevo! A disfrutarlo! 😀
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