Cuando el calor aprieta nos apetece mucho más tomar “cosas frescas”. Una de las ideas que siempre nos viene a la cabeza son los helados… Pero éste además tiene un plus, porque está hecho en casa y lo disfrutaremos muchísimo 😀👍
HELADO CASERO DE VAINILLA. RECETA PASO A PASO.
Ingredientes y elaboración:
3 vainas de vainilla
8 yemas de huevo
190g de azúcar
315ml de nata
625ml de leche
50g de miel
Ponemos en un bol las yemas de huevo. Abrimos las 3 vainas de vainillas, las rascamos por el medio con la ayuda de un cuchillo y echamos los granos también en el bol.
Añadimos el azúcar y batimos con las varillas hasta que la mezcla quede bien montada.
Aparte, ponemos a hervir en una cacerola la leche, las vainas vaciadas y la miel. Retiramos del fuego y dejamos infusionar 15 minutos.
Sobre las yemas montadas, vamos echando un poco de leche en hilo y batimos ligeramente a la vez.
Esta mezcla la juntamos con la leche infusionada, la ponemos en el fuego y lo llevamos hasta los 82ºC para una buena cocción de las yemas.
Retiramos del fuego y paramos la cocción, a la vez que batimos, con la nata fría.
Lo colamos, retiramos la ramas de vainilla y a enfriar. Lo dejamos reposar en la heladera y al congelador.
“La pipirrana, pimpirrana o piriñaca es una ensalada cuyos ingredientes básicos son cebolla, tomate, pimiento verde y pepino, dándose también en zonas del sur de Andalucía su preparación sin pepino. A veces se le añade huevo cocido, algún tipo de pescado de carne prieta o incluso embutidos.” nos cuenta la Wikipedia.
También nos dice “se consume en las provincias españolas de Granada, Jaén, Almería, Murcia y en Ciudad Real, desde tiempo inmemorial, es el acompañamiento usado en la ciudad de Cádiz para los pescados asados, especialmente la caballa, existiendo en cada provincia y comarcas variaciones en su preparación y composición”.
PIPIRRANA
Ingredientes y elaboración (para 4 personas)
1 pepino grande
1 cebolla tierna
1 pimiento verde
3-4 tomates
1-2 lata de atún
1-2 huevos duros
La cantidades las podéis adaptar a vuestro gusto, según si os gusta más o menos algún ingrediente o si lo coméis de entrante, acompañamiento o de plato único.
Cocemos los huevos (os explicamos aquí cómo hacerlo a vuestro gusto)
Cortamos en porciones pequeñas, a cubos, las verduras y las mezclamos bien. Lo aliñamos con sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre suave de vino.
Añadimos el atún y el huevo, y es opción vuestra removerlo todo o presentarlo como en la foto para que cada comensal lo mezcle en su plato.
Se acompaña de un buen pan, pues invita a mojar.
Es una ensalada muy sabrosa y refrescante, ideal para estos calores del verano. La puedes dejar preparada con antelación en la nevera y fría estará incluso mejor. ¡A disfrutar!
Tarta LARPEIRA de crema pastelera. Cocina Gallega de @Frabisa
“La ‘Larpeira gallega’ va recubierta de crema pastelera y emborrachada de un almíbar espeso, ten presente que es adictiva, todo el mundo querrá repetir, está deliciosa.”https://t.co/G7t0CBisEQpic.twitter.com/ImHIinGixQ
Coca de San Juan con crema y manzana de @Gastronomiaycia
“Una versión diferente a la coca tradicional de la verbena del 23 de junio que os va a gustar y con la que vais a sorprender a vuestros familiares y amigos.”https://t.co/dk7I7xdheepic.twitter.com/KOpoFlAPin
La respuesta es sí y no. Todo depende de la “forma” en la que estén esos huevos. Lo explicamos:
Huevo entero crudo (en cáscara): NO. Cuando un alimento se congela, se expande, y eso haría que se rompiera la cáscara.
Huevo entero crudo (sin cáscara): SÍ, pero sólo si está batido.
Huevo duro / cocido: SÍ. Aunque no es muy recomendable porque el huevo pierde calidad, textura y gusto.
Yemas: NO porque pueden reventar al congelarse y pierden su textura y propiedades funcionales (se espesan con zonas que se congelan irreversiblemente). SÍ si las congelas batidas con una pizca de sal o una cucharadita y media de azúcar por cada 4 yemas, si ya sabes si las utilizarás para una receta salada o dulce.
Claras: SÍ. Las puedes congelar batidas ligeramente (pierden un poco de funcionalidad).
Yemas cocidas: SÍ. Coloca con cuidado las yemas en una sola capa en una cazuela y agrega agua hasta cubrirlas. Tapar y llevar rápidamente a ebullición. Retira del fuego y deja reposar las yemas, tapadas, en el agua caliente unos 12 minutos. Retira las yemas con una espumadera, escurre bien y congela.
Asegúrate de que el recipiente es hermético. También es muy útil que apuntes en el envase la fecha de congelación y la cantidad de huevo. Pueden durar hasta un año.
Y recuerda, nunca se debe volver a congelar un alimento que ya ha sido descongelado. Para descongelar es mejor hacerlo en la nevera la noche anterior, nunca a temperatura ambiente. Una vez descongelados, utilízalos inmediatamente.
En la imagen puedes ver un huevo duro congelado.
Completamos nuestra información sobre si se pueden congelar los huevos con este otro artículo:
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.