‘Castilla-La Mancha Logística: enclave estratégico, capacidad de crecimiento y modernidad’

El Director General de Huevos DAGU, Juan Gigante, ha participado hoy en la mesa de debate ‘Castilla-La Mancha Logística: enclave estratégico, capacidad de crecimiento y modernidad’.

DAGU ha avanzado desde lo local y regional hasta un ámbito nacional e incluso del mercado europeo y las exportaciones.

Apoyándose en su situación estratégica y apostando siempre por factores diferenciales como la innovación, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

Puedes ver el debate en este vídeo:

visita virtual DAGU (6 – envasados, listos, ¡ya!)

Última parada de nuestra visita a Huevos DAGU ▶️ Después de haber sido clasificados y seleccionados, los huevos pasan a ser envasados en más de 20 tipos de presentaciones diferentes. ¡Ya están listos para llegar a tu hogar! 🛒🥚🏡

Vídeo completo https://youtu.be/Q8AGywEHuZY 

Cada día salen de Huevos DAGU muchos, muchos #huevosfrescos que llegan a muchos hogares españoles

Cada día salen de Huevos DAGU muchos, muchos #huevosfrescos que llegan a muchos hogares españoles 🥚🏠
Y todo ellos gracias al compromiso y dedicación de nuestros compañeros y compañeras ¡Muchas gracias por vuestra labor! 🙂👏

Manejo y conservación del huevo en la cocina

Siempre hay que seguir unas buenas indicaciones en el manejo de los alimentos para manipularlos de manera correcta. Por eso, vamos a aprender gracias a la campaña “El huevo, de etiqueta” unos trucos para que consumamos huevos de manera totalmente segura, incluso en verano o épocas de calor.

Los huevos con las indicaciones obligatorias en su cáscara y etiquetado cumplen con los requisitos del modelo europeo de producción.

En ellos se marca la fecha de consumo preferente, que indica el tiempo durante el que un huevo puede considerarse fresco. Esto solo se aplica a un huevo que tenga su cáscara limpia e intacta (sin fisuras ni roturas), y que haya estado bien conservado (en el frigorífico tras la compra).

Si los huevos no llevan marcada en la cáscara la fecha de consumo preferente podrás encontrarla en su envase. Guárdalos allí para tener siempre disponible esa información.

Un huevo se considera fresco hasta los 28 días después de la puesta si ha estado bien conservado (sin cambios térmicos bruscos y en el frigorífico después de la compra).

Una vez cascado, el huevo debe cocinarse o consumirse a la mayor brevedad posible. Al ser un alimento muy nutritivo, si no se conserva y manipula correctamente puede contaminarse fácilmente con microorganismos del entorno, lo que haría su consumo poco seguro.

Resumiendo, debemos tener en cuenta estas ocho indicaciones:

  • No lavar los huevos para guardarlos en la nevera, sólo si los vas a consumir inmediatamente.
  • Conservarlos en el frigorífico, así permanecerán frescos más días.
  • Mantenerlos en el estuche, mira sus beneficios.
  • Lavar los huevos (si te apetece, no es necesario en muchos casos) sólo antes de usarlos.
  • No separar clara y yema con la cáscara.
  • No cascar los huevos donde se vayan a batir.
  • Las nubes de la clara son indicios de frescura.
  • La yema con mancha roja es apta para el consumo, aquí te lo explicamos.

También puedes leer estas otras recomendaciones muy útiles para la manipulación correcta y limpia de los huevos en casa.

MANEJO Y CONSERVACIÓN DEL HUEVO

Huevos refrigerados en casa, ¿por qué?

Seguro que alguna vez te has preguntado: ¿Por qué los huevos no están refrigerados en el super y en casa me dicen que los guarde en la nevera? Te lo explicamos:

Los huevos que encontramos en las tiendas están en lineales sin refrigerar porque es conveniente mantener los huevos a temperatura constante a lo largo de la cadena de producción y de transporte. En este proceso, y durante su almacenamiento hasta la venta final, los huevos no deben sufrir picos de temperatura ni humedad y es recomendable que estén entre 18 y 22ºC. Las temperaturas muy altas favorecerían la proliferación bacteriana y demasiado frío tiene peligro de condensación (y el exceso de humedad propicia el desarrollo de hongos).

Una vez en casa debemos conservar los huevos siempre en el frigorífico y no hay que sacarlos de la nevera hasta el momento de utilizarlos. Así, sabremos que siempre estarán a la misma temperatura y mantendrán óptimas sus propiedades más tiempo.

Contando con todo este proceso, los huevos tienen una fecha de consumo preferente de 28 días, que es la que indica el etiquetado.

También es importante que sepas que los huevos DAGU viajan en camiones refrigerados desde que son envasados hasta que llegan al punto de venta. Con esto se consigue que mantengan una misma temperatura y que conserven toda su frescura.

Y otra cosa interesante que ya te contamos es por qué es mejor que guardes los huevos en su caja y no en la huevera de la nevera.

Clasificación del huevo según su tamaño

¿Cuál es la “talla” del huevo dependiendo del peso?

  • Supergrandes o XL: de 73 gramos o más
  • Grandes o  L: entre 63 y 73 gramos
  • Medianos o M: entre 53 y 63 gramos
  • Pequeños o S: menos de 53 gramos

Un huevo pesa de media unos 60 gramos. Aproximadamente, el reparto entre las diferentes partes del huevo es así: 60% clara, 30% yema, y un 10% la cáscara y membranas.                        

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Cómo saber si un huevo es fresco

La frescura del huevo es uno de los parámetros de calidad determinantes para su comercialización. Por ejemplo, existe un aparato llamado ovoscopio que es un sencillo equipo que permite mirar el huevo al trasluz y vislumbrar la altura de la cámara de aire o detectar algún defecto como las manchas rojizas.

Los huevos frescos pueden estar a la venta durante los 21 días posteriores a la fecha de puesta. En cambio, la referencia para el consumidor es la fecha de consumo preferente que indica el estuche, que es 28 días después de su puesta.

Durante su fase de clasificación, los huevos no son limpiados ni lavados, ni han sido conservados o refrigerados por debajo de los 5ºC.

Con el transcurso del tiempo, el huevo pierde frescura por dos razones:

  • Por la salida de parte del agua que contiene en forma de vapor a través de los poros de la cáscara y esto hace que aumente el tamaño de la cámara de aire y baje el peso del huevo.
  • Y por la eliminación de anhídrido carbónico que produce la pérdida de consistencia de la clara y chalazas, y hace que la yema se descentre.

También es muy importante un correcto almacenamiento y mantener unas condiciones adecuadas de temperatura y humedad. El huevo no debe sufrir cambios bruscos de temperatura (sobre todo de bajas a altas), nunca llegar a la congelación y no “sudar” porque favorecería la proliferación de microorganismos.

Para más información puedes consultar nuestros posts que explican las partes de las que se compone un huevo y el camino que sigue hasta llegar a las tiendas.

Pero cuando estamos en casa y tenemos huevos de hace varios días, ¿cómo podemos comprobar su frescura? Pues con estos 3 sencillos trucos:

  • Sumergiendo un huevo en un bol con agua y sal: Si se queda al fondo, es muy fresco pero si flota, ya no es tan fresco. Cuanto más alto flote, menos fresco es. Puedes ver un ejemplo de cómo se hace en este vídeo.
  • Cascando el huevo: Si la yema flota centrada sobre la clara, es muy fresco. En cambio, si la yema se va descentrando, menos fresco es.
  • Pelando un huevo duro o cocido: comprueba la distancia entre la clara yla cáscara. A menos tamaño de la cámara de aire, más fresco es (fíjate si el huevo tiene una especie de burbuja en su polo más grueso).

Como hemos comentado anteriormente, esto sucede por la eliminación por los poros de la cáscara de vapor de agua (el huevo aumenta su cámara de aire y flota) y de anhídrido carbónico (la clara pierde consistencia, se hace más líquida, se desparrama y la yema no queda centrada).

Si al hacer estas comprobaciones ves que un huevo no es “fresquísimo”, no te preocupes, todavía es apto para su consumo. Desecha aquéllos que floten mucho o que no tengan consistencia. De todas maneras, la mejor referencia es guiarse siempre por la fecha de consumo preferente.

En esta imagen que te ponemos a continuación, puedes ver de una manera muy visual y fácil los diferentes estados de frescura de un huevo:

Infografía extraída de aquí.

¿Qué son las manchas rojas en la yema del huevo?

A veces vemos manchas rojizas o marrones en el interior del huevo, sobre todo en la yema. Éstas son células epiteliales que se han desprendido del oviducto al formarse el huevo.

No te preocupes, estos huevos son perfectamente aptos para su consumo. Pero, si quieres, puedes retirar fácilmente esas “manchitas” con la punta de un cuchillo.

Si en el proceso de clasificación del huevo (antes de su embalaje) se ven al trasluz esas manchas, no es considerado de categoría A.

By Hugh1975 (Own work) [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

Código de trazabilidad del huevo

La trazabilidad permite seguir el rastro de los huevos desde su puesta hasta que llega al consumidor final.

Para ello, el huevo va marcado con un código (con tinta apta para uso alimentario) en el que se especifica el sistema de cría de las gallinas y el país, ciudad y granja de procedencia.

Las granjas deben registrar todos los detalles de la producción: origen del pienso y de las aves, controles sanitarios realizados y demás factores relativos a seguridad alimentaria.

Además, en el centro de embalaje se registra el origen y destino de cada lote expedido y se marca en el envase el registro sanitario, y también en los documentos que acompañan a los huevos en todo momento.

Este código de trazabilidad es de vital importancia ya que si aparece algún problema en cualquier punto de la cadena alimenticia, los huevos pueden ser inmediatamente identificados, localizar su lote, su proveniencia y todos los datos de producción. Para  así analizarlos y, si procede, retirarlos del mercado.

Ésta es una normativa de la Unión Europea y todos los huevos deben llevarlo para su comercialización. En la imagen siguiente puedes ver un esquema que lo explica de manera visual:

La ruta del huevo

Te contamos cómo trasladamos nuestros huevos frescos desde las granjas hasta las tiendas donde tú puedes comprarlos.

Nuestras gallinas ponen 2 millones de huevos al día que recogemos con sumo cuidado. Los llevamos a nuestra central envasadora donde comprobamos que estén en perfectas condiciones para la venta, los agrupamos por categorías y los envasamos. Por ejemplo, una curiosidad, con los huevos que por tamaño no son aptos para la comercialización en cáscara, nos sirven para elaboraciones de huevo líquido que también vendemos a industrias y profesionales. 

El paso siguiente es el transporte en camiones refrigerados desde Cabanillas del Campo (Guadalajara) hasta nuestras delegaciones en Barcelona, Castellón, Zaragoza, Álava, Asturias, Pontevedra y Sevilla. Así se mantienen a una temperatura constante y adecuada.

Cuando los huevos llegan a destino pasan a cámaras especiales donde esperan turno para que camiones más pequeños de reparto los distribuyan por los supermercados, hipers y tiendas que venden huevos DAGU.

Los huevos que encontramos en las tiendas están en lineales sin refrigerar porque es conveniente mantener los huevos a temperatura constante a lo largo de la cadena de producción y de transporte. En este proceso, y durante su almacenamiento hasta la venta final, los huevos no deben sufrir picos de temperatura y humedad y es recomendable que estén entre 18 y 22ºC. Las temperaturas muy altas favorecerían la proliferación bacteriana y demasiado frío tiene peligro de condensación (y el exceso de humedad propicia el desarrollo de hongos).

Una vez en casa debemos conservar los huevos siempre en el frigorífico y no hay que sacarlos de la nevera hasta el momento de utilizarlos. Así, sabremos que siempre estarán a la misma temperatura y mantendrán óptimas sus propiedades más tiempo.

Contando con todo este proceso, los huevos tienen una fecha de consumo preferente de 28 días, que es la que indica el etiquetado.

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