La profesora Ana Mª López Sobaler, miembro del Consejo Asesor del Instituto de Estudios del Huevo presentó la ponencia “Importancia del huevo en la alimentación de la mujer en distintas etapas de su vida”.
Afirmó que el huevo es un alimento muy valioso para la mujer en todas las etapas de la vida puesto que, las mujeres necesitan menor aporte calórico que los varones pero con las mismas necesidades de nutrientes que ellos o incluso mayores, de determinados nutrientes, lo cual supone una dificultad para diseñar su dieta.
Además, las necesidades de la mujer son cambiantes a lo largo de la vida: al hacerse mayor requiere menos energía y sus necesidades de colina, biotina, tiamina y otros nutrientes aumentan.
Adaptar la alimentación con dietas de menor aporte energético pero alta densidad de nutrientes a medida que crecen no siempre es fácil. Por eso el huevo es un aliado a tener en cuenta.
Dos huevos contienen casi el 100% de las necesidades de vitamina B12 y casi la mitad de las necesidades de colina. La colina es necesaria para el normal desarrollo y actividad cerebral. Su consumo durante la gestación y la lactancia aumenta los niveles plasmáticos en feto y en el recién nacido, algo de especial importancia al inicio del desarrollo.
Nuestros compañeros canadienses de Get Cracking han hecho esta imagen sobre varios aspectos importantes de la yema y lo bueno que es para tu salud comer un huevo entero.
6 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE LA YEMA DEL HUEVO
La yema representa 1/3 del peso del huevo (sin cáscara)
La mitad de las proteínas de un huevo están en la yema
En la yema se encuentran la mayor parte de vitaminas y minerales del huevo
El color de la yema va desde el amarillo pálido hasta el naranja intenso, dependiendo de la alimentación de la gallina. El color no afecta ni al sabor o ni al valor nutricional del huevo.
Es fuente de luteína, que ayuda a mantener tus ojos y tu corazón sanos.
La yema del huevo es uno de los pocos alimentos que contiene vitamina D de forma natural.
– “El huevo en la dieta de las personas mayores; beneficios nutricionales y sanitarios” Ana M. López-Sobaler, Aránzazu Aparicio Vizuete
En el envejecimiento se producen cambios físicos, psíquicos y sociales que hacen del colectivo de personas de edad avanzada un grupo muy vulnerable desde el punto de vista nutricional y sanitario.
Las ingestas recomendadas de nutrientes son similares, e incluso superiores, a las de épocas anteriores de la vida.
En este contexto el huevo es un alimento de gran interés en la dieta del anciano, ya que:
Tiene una elevada densidad nutricional
Sus nutrientes son muy biodisponibles
Sus proteínas son de alto valor biológico
Contiene cantidades apreciables de EPA y DHA, mayores aún en los huevos enriquecidos en estos ácidos grasos
Es una de las principales fuentes de colina, un nutriente esencial implicado tanto en el metabolismo como en la síntesis de neurotransmisores, y que las personas de edad avanzada deben incorporar en su dieta en mayor cantidad que en etapas anteriores de su vida.
Es también una de las pocas fuentes alimentarias de vitamina D, implicada en la salud ósea y también en el mantenimiento de la función muscular y el rendimiento físico.
Contiene luteína y zeaxantina, con efectos protectores frente a la degeneración macular asociada a la edad.
Durante años el consumo de huevo ha sido restringido innecesariamente, pero hoy en día se reconoce su papel como alimento básico en el contexto de una dieta equilibrada, también para las personas mayores.
Esta semana estamos de enhorabuena porque la Fundación Española del Corazón (FEC) -organización española de referencia en Cardiología-, ha emitido un comunicado importante para todos los que amamos el huevo:
Los médicos y cardiólogos españoles informan a la población de que, contrariamente a lo que se ha dicho durante años,
“No es necesario restringir el consumo de huevos en la dieta de personas sanas.”
Por su alto contenido en colesterol, históricamente se ha relacionado a la ingesta de huevo con un aumento del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, pero la Fundación Española del Corazón (FEC) pretende modificar esta creencia, en base a los resultados obtenidos por diversos estudios que no solo no han encontrado una relación directa entre su consumo y el aumento de cardiopatías, sino que también señalan que existen numerosos beneficios de este alimento en nuestra salud.
Así, la investigación Egg consumption and risk of coronary heart disease and stroke: dose-response meta-analysis of prospective cohort studies, un meta-análisis basado en ocho estudios y cuyos resultados han sido publicados en el British Medical Journal, demuestra que no existe una relación entre el consumo de un huevo al día y el aumento del riesgo cardiovascular en comparación con la ingesta de un máximo de tres huevos a la semana.
Otro estudio, el HELENA, elaborado por el Departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, ha concluido tras analizar a 380 adolescentes, que no existe una asociación entre la ingesta de huevo y el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina, la tensión arterial, la capacidad aeróbica o el índice de riesgo cardiovascular en los sujetos estudiados.
“Es cierto que el huevo contiene colesterol (200 mg la unidad), pero es bajo en grasas saturadas”, explica el Dr. Leandro Plaza, presidente de la FEC. “La hipercolesterolemia en un producto se valora según el balance entre las grasas saturadas y las insaturadas y el huevo contiene un 3,6% de ácidos grasos insaturados, un 1,6% de poliinsaturados y únicamente un 2,8% de grasa saturada, por lo que esta prácticamente no afecta a los niveles de colesterol en sangre”.
El huevo es fuente de muchos componentes necesarios en nuestra dieta y beneficiosos para nuestro organismo. Es el caso de la vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la cantidad diaria recomendada) vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), cinc (20%) y selenio (18,2%), según datos del Instituto de Estudios del Huevo.
Dos huevos aportan unas 141 kcal, que representan el 7% de la energía diaria recomendada en el adulto, que son 2000 kcal. Al no contener hidratos de carbono, esta energía proviene fundamentalmente de su materia grasa.
“Todos estos beneficios nutricionales hacen del huevo un alimento necesario, que permite ingerir una buena cantidad de energía sin consumir las dañinas grasas saturadas. Así, La Fundación Española del Corazón no considera necesario restringir el consumo de huevos en la dieta de las personas sanas”, informa el Dr. Plaza. “Una buena salud cardiovascular se consigue a través de unos buenos hábitos de vida, siguiendo una dieta equilibrada y practicando ejercicio físico de forma regular”, concluye el presidente de la Fundación Española del Corazón.
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