Una cáscara perfecta para un huevo fresco

Una cáscara sin imperfecciones es la garantía de que el huevo conserva todas sus propiedades naturales hasta el momento del consumo.

Te contamos cómo hacemos para que nuestros huevos salgan desde Guadalajara en perfecto estado y lleguen hasta las tiendas frescos y limpios.

Muchas cosas han cambiado para bien desde que empezamos en 1979. Hoy en día DAGU es un granjero moderno que, además de cuidar de dos millones de gallinas, controla la calidad de los huevos, revisándolos uno por uno (y no es broma).

Para ello cuenta con aliados excepcionales y te queremos presentar a uno de ellos, que nos ayuda en el proceso de selección. Su nombre lo dice todo: crack detector.

Como habrás podido intuir, con esta tecnología comprobamos que cada uno de los huevos tenga la cáscara íntegra y limpia, sin fisuras ni suciedad como plumas o gallinaza. Mediante un sistema acústico escanea toda la superficie del cascarón y separa los que tengan algún defecto.

Los huevos que son finalmente envasados pasan, además, otros controles de calidad y seguridad alimentaria. En menos de 24 horas están disponibles para la venta en centros de distribución alimentaria de toda España peninsular.

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