El próximo domingo 6 de abril se celebra el Día Mundial de la Actividad Física, en el que se recuerda la importancia de la práctica de deporte para nuestra salud general.
El ejercicio físico tiene muchos beneficios en las personas que lo practican. Entre otros, mejora la capacidad cardiorrespiratoria, se relaciona con menor riesgo de padecer enfermedades coronarias, fortalece los huesos, reduce el peso, aumenta la autoestima… Por eso se recomienda realizar alguna actividad física varias veces por semana.
Cuando realizas una actividad física, sobre todo, si ya es de cierta intensidad y duración, es muy importante llevar una correcta alimentación.
Una nutrición adecuada a tus necesidades te permite cubrir los requerimientos de energía y nutrientes que necesitas cuando practicas deporte. Además, previene lesiones, permite una recuperación mayor tras el ejercicio y mejora la ejecución de los ejercicios.
El huevo tiene muchos nutrientes beneficiosos -en alta concentración- para quienes hacen deporte, y tienen un papel esencial para la realización de esfuerzo físico:
- Proteínas
Con el ejercicio se sintetizan proteínas que generarán nuevas estructuras musculares y otros tejidos. Para ello se necesita disponer de aminoácidos. El organismo produce algunos, pero no los esenciales, que deben aportarse en la alimentación. Las proteínas de alta calidad tienen esos aminoácidos esenciales. El huevo es el alimento con proteínas de mayor calidad. Pero para aprovecharlas la clara tiene que estar cocinada (coagulada). Sólo podemos metabolizar el 50% de la proteína del huevo crudo.
Las necesidades de proteínas de la dieta de los deportistas no son mucho más altas que las de la población que no práctica deporte. Un exceso de proteínas hace que se acumulen desechos tóxicos perjudiciales para el organismo.
- Vitaminas y minerales
El rendimiento puede disminuir con una carencia de vitaminas y minerales. Con una buena alimentación no es necesario tomar suplementos.
Las vitaminas y minerales son nutrientes necesarios por su importancia en multitud de reacciones metabólicas. Algunos tienen una función antioxidante, que combate la acción de los radicales libres producidos con el ejercicio.
El huevo aporta vitaminas del grupo B, algunas en concentraciones elevadas (B12, biotina y ácidos pantoténico y fólico). Tienen funciones en el metabolismo de la energía y en la formación de glóbulos rojos, tan importantes en el deporte.
La biotina sólo la podemos utilizar cuando la clara está cocinada.
La vitamina D también se encuentra en alta cantidad y contribuye al mantenimiento de los huesos y al desarrollo celular.
La vitamina E y los carotenoides del huevo son estupendos antioxidantes, como los minerales zinc y selenio.
Entre los minerales del huevo destacamos también el hierro, esencial en el transporte del oxígeno.
El huevo es fuente de vitamina A y E (una ración aporta el 28% y el 16% de la cantidad diaria recomendada – CDR-, respectivamente) y tiene alto contenido en vitamina D (una ración aporta el 36% de la CDR).
- Grasas
Las grasas son necesarias en la dieta. Aportan energía y nutrientes esenciales, como las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), todas presentes en el huevo.
Las grasas insaturadas son las más saludables y deben formar parte de la dieta del deportista en una proporción adecuada. Dos terceras partes de las grasas del huevo son ácidos grasos mono y poliinsaturados, y el resto, ácidos saturados, por lo que es un alimento muy equilibrado en grasas.
Todas las grasas del huevo están en la yema, la clara no tiene lípidos.
En resumen: La dieta del deportista debe ser rica en hidratos de carbono -el huevo no contiene-, proteínas, vitaminas y minerales, además de una hidratación acorde con la intensidad, el tipo y la duración de la actividad física.