Código de trazabilidad del huevo

La trazabilidad permite seguir el rastro de los huevos desde su puesta hasta que llega al consumidor final.

Para ello, el huevo va marcado con un código (con tinta apta para uso alimentario) en el que se especifica el sistema de cría de las gallinas y el país, ciudad y granja de procedencia.

Las granjas deben registrar todos los detalles de la producción: origen del pienso y de las aves, controles sanitarios realizados y demás factores relativos a seguridad alimentaria.

Además, en el centro de embalaje se registra el origen y destino de cada lote expedido y se marca en el envase el registro sanitario, y también en los documentos que acompañan a los huevos en todo momento.

Este código de trazabilidad es de vital importancia ya que si aparece algún problema en cualquier punto de la cadena alimenticia, los huevos pueden ser inmediatamente identificados, localizar su lote, su proveniencia y todos los datos de producción. Para  así analizarlos y, si procede, retirarlos del mercado.

Ésta es una normativa de la Unión Europea y todos los huevos deben llevarlo para su comercialización. En la imagen siguiente puedes ver un esquema que lo explica de manera visual:

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