La respuesta es sí y no. Todo depende de la “forma” en la que estén esos huevos. Lo explicamos:
- Huevo entero crudo (en cáscara): NO. Cuando un alimento se congela, se expande, y eso haría que se rompiera la cáscara.
- Huevo entero crudo (sin cáscara): SÍ, pero sólo si está batido.
- Huevo duro / cocido: SÍ. Aunque no es muy recomendable porque el huevo pierde calidad, textura y gusto.
- Yemas: NO porque pueden reventar al congelarse y pierden su textura y propiedades funcionales (se espesan con zonas que se congelan irreversiblemente). SÍ si las congelas batidas con una pizca de sal o una cucharadita y media de azúcar por cada 4 yemas, si ya sabes si las utilizarás para una receta salada o dulce.
- Claras: SÍ. Las puedes congelar batidas ligeramente (pierden un poco de funcionalidad).
- Yemas cocidas: SÍ. Coloca con cuidado las yemas en una sola capa en una cazuela y agrega agua hasta cubrirlas. Tapar y llevar rápidamente a ebullición. Retira del fuego y deja reposar las yemas, tapadas, en el agua caliente unos 12 minutos. Retira las yemas con una espumadera, escurre bien y congela.
Asegúrate de que el recipiente es hermético. También es muy útil que apuntes en el envase la fecha de congelación y la cantidad de huevo. Pueden durar hasta un año.
Y recuerda, nunca se debe volver a congelar un alimento que ya ha sido descongelado. Para descongelar es mejor hacerlo en la nevera la noche anterior, nunca a temperatura ambiente. Una vez descongelados, utilízalos inmediatamente.
En la imagen puedes ver un huevo duro congelado.
